MARTA, LA MUJER DEL PAVIMENTO A Marta, La mujer del pavimento Marta se quejaba como el aire huracanado se queja cuando resopla entre los árboles, En el pavimiento, Un bulto, una mujer, una historia, Ella pronto conquistaría la calidez de la muerte, el sabor de la inocencia, el eterno placer del olvido. Muere Marta. Eres un espejo roto, unos zapatos desgatados, un lamento en fuga. Eres otrora. Ahora Marta es un verbo sin conjugar; contrapunto de un pueblo en decadencia. Eres vicio y hábito, Marta, eres pavimento.